Te cuento cosas bonitas
Y las teclas del piano
sutiles, transparentes,
me mostraron
que no estaban hechas de
algo blanco o negro,
sino de luz.
No eran sonidos lo que emitían
sino belleza líquida.
Quise escuchar su música
y ellas vibrando en silencio
resonaron en mil colores.
¿Cual es vuestra melodía ? les pregunte,
y con un movimiento armónico
se unieron al centro de su ser
formando una flor.
Escucha, escucha, me dijeron,
somos flores en el fluir de la vida,
abriéndonos al mundo
iluminando con belleza
paseando hacia ningún lado.
Siempre aquí y ahora.
Somos flores, no lo olvides
flores líquidas
fluyendo en un recipiente humano
compartiendo la plenitud
de este instante.