«Me tiembla el corazón de bailar tanta belleza»
Esta es la frase tiene un significado muy especial para mi, pues la expresó mi hija cuando tenía seis años en una de las muchas tardes de magia, donde ella y su hermanito de dos años bailaban una danza espontánea al son de un piano espontáneo. En el momento en que la música cesó, la pequeña Sara, llevándose la mano al corazón expresó resoplando de entusiasmo…
“me tiembla el corazón de bailar tanta belleza”
Para mi fue como un sello mágico mas allá de las palabras y análisis racionales que uno pretenda realizar, ¿como una criatura de seis años, podía definir con palabras y de una manera tan asombrosa la magia de ese momento?
Normalmente siempre he asociado el hecho de “temblar” al miedo o al frió, pero allí no hacia ni frió ni teníamos miedo de nada, todo lo contrario, desde ese momento sé que el corazón también puede “temblar” y bailar al son de la belleza.
Transformar el miedo en emoción desbordante de pura alegría, es una cualidad que los niños nos recuerdan de una manera frecuente sin que seamos muy conscientes de ello en la mayoría de los casos. Pero aquella tarde mágica, afortunadamente fui consciente del milagro.
¡Tesorito del alma, vuestra niña!
¡Son tan sabios en su persistente conexión con la «Fuente»!
¡Gracias por acercarnos tu intimidad y permitir que nos «nutramos» con ella…
Felicidades!
Cariños para ti y tu hermosa familia desde Uruguay,
Elena